jueves, 7 de febrero de 2008

Instrucciones


Ausencia de inspiración. Todo lo que escribo me suena estupido. Autocrítica despiadada. Trato incluso de negociar conmigo mismo y me digo __ “Esto no esta tan mal” y la verdad se me revienta en la cara como una bola de mierda. Si, es malo. No jodas.
No me sale. No puedo decir nada bueno. Lo cual puede que no sea novedad pero por lo menos he sentido en otro momento que se me podía ocurrir algo que sonara interesante. Me gustaría poder escribir más de oficio; pero no creo tener tanto. Ya tendría que haber tirado un primer pantallazo de los personajes.
Es mas, por acá terminaría la parte 1.
Ahora viene la parte 2 del asunto. Ya hecha la intro tendría que pasar a algo mas llamativo que ponga segunda y empiece a plantear cosas menos generales e ir a lo puntual. Al dato que pinte un poco de color la historia, que cuente lo que esta pasando y plante un perfil de los protagonistas dentro del entorno dibujado en la parte 1. Por ejemplo, oficina, esquina de barrio, tarde de lluvia en una estación de servicio por la ruta. Y luego el, ella, lo que venga.
Continua con la siguiente parte, llamémosla parte 3, con mas relato que explaye lo anterior, dé una vuelta estética y algo como trama a un texto que es mas que nada descriptivo, anecdótico. En todo texto que se precie (más aun en los que no tienen tanta calidad, como el presente), resulta complicado sostener un relato solo con dos sujetos, por lo tanto es menester incluir lo que se denomina un “chino”. Es decir, un tercer personaje que no sume tanto pero aporte novedad y un toque dinámico al relato. Un “chino” es cualquier tercero, un jefe, una vieja, un portero que mira, etc. Es bueno pegar una pasada por ese personaje como para meterse un poco, a vuelo de pájaro, en su perfil y en lo que hace en esta historia.
Después se lo relaciona con los protagonistas. En estos relatos el contacto es mínimo, porque no se profundiza conflicto, el tercero en cuestión dibuja, no incide directo en la historia; es decir el “chino” aparece para llamar la atención y que el texto no se duerma. Listo, ya esta, chau chino, gracias por tu aporte.
Después es bueno empezar a inflar lo que será el clímax con algo furtivo, prohibido, secreto. Alguna cosa que no esté del todo bien. Es decir, el nudo, algo que pasé, que no sean todos felices, uno que sufra, algún fracaso, un error, un descuido. Algo que estalle un conflicto y ponga a los protagonistas a moverse fuera de sus costumbres normales, romper el statu quo. Después describir sin juicios lo bien o mal que la pasan. Sin juicios. Sin “bueno” o “Malo”. Los juicios no son para escribir. En todo caso serán para los que leen. Ejemplo: el es un hippie inocentón y relajado porque sus padres son millonarios, ella canjea mamadas por ascensos.
Y ahí tirar: donde, como, cuando, por que
Punto 4. Describir imágenes ricas en sensaciones que no sean propias de las palabras, pero que son llevadas a ese ámbito. Sensaciones táctiles, gustativas, olfativas. Sin ponerse explicito y pelotudo. Estímulos reconocibles y comunes para el lector, pero no tan comunes como para hacerse cliché. Relatar lo que pasa como imágenes sucedidas una a otra. La palabra es generosa en eso. La gente imagina, ve las palabras más fácil de lo que cree.
En ese momento hay que inflar el globo y subirse a la ola del asunto, ya no hay vuelta atrás. Quien lee ya está jugado, si llegó hasta acá va a llegar al final porque queda poco. No hay que aflojar ahora, porque se puede poner pastoso y denso. Apuntalar un riesgo esta bueno, o proponer un trasfondo de personajes. Hablar de un marido descuidado, de un romance furtivo, de lo que le pasa a él o ella por dentro. Es cuestión de afinarse un poco y describir de la mejor manera posible. Sin ponerse pretencioso. Bueno…se hace lo que se puede. Apretar, seguir, no bajar la marcha, rienda, fuerza. Bien. Hasta acá.
Acto seguido una conclusión. Punto 5.
Alguno de los protagonistas nombrados hace algo distinto de lo nombrado. No tiene que ser nada extraordinario, puede ser preparar café o mirar por la ventana. Después una pequeña reflexión sobre el asunto, algo que tenga que ver con la foto que ilustra el texto y si se quiere, traer el texto a un lugar cercano. Hablar en primera persona o llevar todo el relato en pasado y empezar al final a hablar en presente, en pos de señalar que es un recuerdo de un protagonista. Eso le da algo más personal. Como si siempre fuese referencial. A Sabina eso le sale bárbaro.
Buscar después las palabras para terminar, es importante. No es imprescindible pero está bueno. Listo. Ahora hay que releer y corregir.
Me gusta dejar un espacio y tirar las últimas frases así.
No se por que, me da sensación de mas tiempo, de mas peso. Bueh… Recursos de gente que no tiene recursos.


Ultima frase. Fin

Suerte. Prometo la próxima escribir algo más interesante. 4 textos por semana, dos carillas por texto. Solo por placer. Es mucho para un aficionado. Hoy no me sale nada.



Listo, terminado el trámite. Les dejo mis humildes instrucciones. Ahora pueden escribir su propio relato. No es garantía de calidad, pero por ahí sirve.


Ah! Antes del final, terminen con una frase linda. Digan lo que quieran pero cuiden la estética.
Eso no es ley claro, pero queda bien. Lo se… pura mariconada mía.
Y algo más. No me crean. Lean las instrucciones de Borges. Él si sabia y le salía bien. Más acá en el tiempo están las de Hernán Casciari, que no es Borges, pero entre su trabajo y este hay un abismo cualitativo bastante importante.
Ahora si, frase.


Terminé. Me vuelvo a la cama. Me espera una mujer hermosa que ha tenido la amabilidad de pasar un domingo conmigo. Está desnuda y duerme la siesta. Voy a preparar el mate para despertarla.
No es poco, eh?



Y menos en un domingo.





PD: Ves lo que digo? Suena auto referencial.

PD1: Y da la sensación de que antes hubo sexo o algo, no?

PD2: No queda linda la última frase separada?


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