viernes, 30 de noviembre de 2007

Explicación



El sudor y la adrenalina son lo mas impresionante que puede haber en el mundo. La falta de preguntas y respuestas internas clarifica en esos momentos. El escenario es un lugar para la batalla descarnada y pura que deja la paz mas abarcadora que los vivos puedan sentir. El escenario es vida.
El camarín es previa , juego, respiración ,espera, relajación...ansiedad tambien y un poco de la alegría que vendrá. En un camarín uno se siente de vacaciones. Ahí todo parece distinto y esta permitido hablarle al espejo, cambiarse de ropa, estar transpirado, dejar de estarlo. Tomar del pico, compartir el lugar con chicas que se cambian tambien. En un camarín la vida es igual a la vida misma.....pero distinta.
Allí por ahí no se charla mientras se espera y los silencios no son incómodos, se elonga, se calienta la voz, se busca un estado emocional. Nadie objeta posturas extrañas ni sonidos guturales ni lagrimas que corren o caras de tristeza. Allí SER LO QUE UNO ES….esta bien.
Luego del delirio de la escena y del aplauso y del calor y la transpiración. Luego de la batalla que mas nos gusta pelear, luego del cansancio y de pensar que no podíamos y pudimos...luego de todo...otra vez el camarín...para deshilvanar la magia de a poco hasta que desaparezca y no quede nada. Muy despacio y sin darnos cuenta volvemos a convertirnos en ciudadanos que no carraspean ni eructan ni tienen aparato digestivo. Nos volvemos a sumar al bando de los que se paran derechos, se visten sobrio y hablan de los programas de la tele.
Pero cuidado, que la magia espera sentada para volver a poseernos en cualquier momento que se nos ocurra llegar y se le ocurra venir.


Cuando la tocas...cuando estas con ella...ya no queres mas nada en el mundo.

Foto: Capitan de su calle

martes, 27 de noviembre de 2007

Matilde



Matilde nació en una casa de músicos. Ella acompañaba a sus hermanos por los bailes donde tocaban. Ella tiene alegría porque se crió en una familia con alegría. Ella tiene un patio con perros que le ladran y le saltan. Tiene una columna con cerámicas y dibujitos que hizo ella misma en medio de la galería. Matilde se casó con un hombre que murió y luego con otro con el que pasó casi su vida entera. Mati supo del amor y del dolor. De la perdida mas profunda y de la riqueza del cariño. Matilde Tuvo hijas y nietas. Tiene distancia y tristeza y en la lejanía también hay voces que le devuelven el alma.
Matilde hacia tortas con su nieta a las 3 de la mañana y le dejaba probar el licor de chocolate. Su nieta suele caer de sorpresa y le alegra la vida por muchos días. Ella cocina para su nieta y compra pizzas y empanadas con lo que guarda de su jubilación.
Su nieta revuelve cajones y le pregunta. Ella lee cosas de otros tiempos y recuerda. Cierra los ojos y los aprieta. Pasa una mano por su cara y saca el pasado de un arcon enorme de memorias. Lee y recuerda...

Siempre tiene algo que contar. Siempre tiene algo para hacer. Mati es chiquitita y algo encorvada por los años, pero es fresca como los chicos y muy empeñosa con lo que se propone. Mati trabajó toda la vida. Vivió en el frio y en el calor. En la ciudad y en el desierto. En la abundancia y en la necesidad. Mati sabe de la vida, por eso no da consejos. Opina al pasar mientras toma mate. Solo si se lo piden.
Matilde tiene muchos años. Un día sintió que las ideas se le escapaban y fue a la farmacia. Le dijo al farmacéutico: “Se me están escapando las ideas, déme algo para que se me queden”…así de fácil. El farmacéutico le dio. Nadie sabe que, pero algo le dio. Ella no dice. No quiere develar el secreto. Matilde guarda secretos de la vida. De cómo se hacen las comidas, de qué le agarra las ideas a su cabeza. De cómo hay que vivir. Matilde tiene manos de trabajadora. Manos de la vida. De frio y de patio de tierra.
Mati ya no guarda las formas...ya no tiene ganas de eso. Ella es solamente como quiere ser...y eso es maravilloso.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Ventana sobre latinoamerica.


Nos atraviesa una extrana incandecencia, una claridad que hace combustion sobre si misma y se sostiene por siglos y siglos.
Nos embriaga un extraño sopor, como de vino caliente en las noches de invierno. Nos sobrevuelan nuestros propios fantasmas machacandonos lo que somos, cada dia.
Nos desvelan las necesidades, abarrotadas de la puerta para adentro. Nos conmueven los mismos rostros, cada uno con su lagrima y su carcajada. Nos paraliza un miedo de callejón oscuro en madrugada.
Nos enfurece el llanto sobre la tierra calcinada y la piedra tirada por una mano que siempre se esconde.

No nos une la felicidad. Por aqui, la felicidad es algo lejano que se ve de vez en cuando en los escaparates de otros barrios mas pudientes; aquellos a los que vamos a mendigar por las esquinas de vez en cuando.


Nos une el dolor, eso si.


Y la alegria.
Foto: Capitan de su calle

martes, 20 de noviembre de 2007

Correntada




Cuando se vaya la pena voy a nadar en el olvido de tu corazón y quien dice que quede un poquito guardado alli. Ya no pido recuerdo. El agua pasa y no se detiene. Pasa y lava, limpia, deja su humedad mineral y antigua. El día nos sacará de esta oscuridad que ha sido, como el amor, eterna.
Limpiar el alma. Eso hace falta. Sacar todo lo que hay adentro para que nada se pudra en el pecho.
Vuelo de polleras. Te recuerdo hoy entre polleras y zandalias y noches de verano. Ese es hoy el grano de arena que dejó la correntada del olvido. Suficiente para acabar con el dolor.
Quien sabe que pasará mañana cuando llegue la crecida. Veremos que deja el rio cuando falto de prudencia se lleve los recuerdos.
Con suerte cuando baje el caudal y aparezca la costa, bajo la correntada encuentre tal vez una gema de memoria mas.


Y tal vez en tu rio deje, sin querer, alguna gema tambien.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Cicatrices


Hay que endurecer un corazon frágil hasta que las tristeza y el dolor se hacen normales. Hay que olvidar el trigo y la trilla y volvernos harina juntos.
Hay que cantar a la mañana por los que no estan mas. El hambre agujerea siempre y en todas partes.
La ciudad crece y uno se pone viejo.
Un aplauso lejano pretende recordar que estamos haciendo aca.

Relámpagos, truenos, lluvia...sol y lluvia otra vez...semanas y semanas de gente que odia el color del cielo porque sale agua de él.
Nubes de caminos por elegir. Caminos con nubes que no dejan ver. La vida es tan imprecisa, tan volátil.
Mas que nunca hoy es cuando hay que despertar del letargo, mas que nunca cuando es necesario responderse preguntas sobre los sueños y el deseo. Ahora hay que levantar las banderas contra la vida chata y el proyecto de existencia que se basa en cambiar la heladera. La rotura de la esperanza en mil pedazos y el living con tantos adornitos como para no poder usarlo nunca. Ahora es cuando hay que revelarse contra uno mismo, contra los finales y por los principios, repetir porque es que uno está aca haciendo esto y rememorar cada una de las veces que valio la pena.

Los años pasaran, la vejez pasará…uno se muere igual. Son cosas que llegaran de todos modos.
Podemos salvar lo que queda cuando ya casi no queda nada o dejar el barco hundirse y mirar en la costa de los que se regalaron por miedo.
A veces los callejones se cierran y hay que saber buscar caminos. No es por maldad mi amor...para algún lado tengo que avanzar.
Pero claro, facil no es...y a veces deja cicatrices

lunes, 12 de noviembre de 2007

Pedido


Que me salve la belleza por favor. Que llegue de donde no se vea y casi sin que me de cuenta y me salve del tedio. Que me saque de la melancolía y de las ganas de más tristeza que me ahogan de alquitrán y llanto. Que me salve, que me saque del fondo, que me recupere para el mundo, que me sorprenda como suele hacerlo, que me absuelva de las culpas que cargo solo por haber vivido, que me redima de los pecados de todos los deseos de la vida. De todos los que sirvieron para avanzar, para llegar a alguna parte donde me esperó otro camino. Que aparezca la belleza y me deje llorar encima suyo, que me quite el frío, que me alegre la tarde que cuente anécdotas y se suelte el pelo...

Que llegue la belleza en una esquina, en la baldosa despegada de la otra vereda, en el subterráneo, en la lluvia matinal o vespertina. En la patada que siento en el pecho, en medio de la fila del banco, en las rotiserias y en los mercados. Que me sienta pequeñísimo ante ella, que me sienta un títere de Dios, que me pare frente a la belleza y la vea grandisima mirándome. Que sea un movimiento de manos, un gesto, un lapsus, una actitud, una diatriba.
Una bufanda talvez, unos zapatos. Un aliento saliendo de un suspiro. Un vasito de vidrio con café, una puerta y su ventana de madera. Un vidrio mojado y la neblina. El sol entrando por las hendijas de una celosía. Un par de flores naciendo de una junta del asfalto. Una carcajada al fondo del callejón, una cortada, un pasaje, un camino con casas viejas donde no hay ruido. Un tipo en bicicleta que se ríe. Un cuello de tapado que le cubre a ella la cara en la parada del 10 o del 59.

Que me salve de todo lo que ahoga, lo que agota, lo que ahorca. Que me salve hasta de mi mismo. Hasta de lo que se dice bello todo el tiempo y no es más que cajas en un depósito, a comisión de venta.
Que llegue la belleza a salvarme hasta de la lindura, lo mediano, lo agradable, lo pulcro, lo destacado, lo que distingue, lo prestigioso, lo glamoroso, lo fino.

Llega por favor como un alud y arrasa con el mundo conocidoRebalsado de ti...por cada día...te espero aun por más...porque no me olvido nada. Porque no hay nada más bello que vos. En todas partes.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Refutación de tecnicismos


El amor puede ser como las canaletas rotas que tiran agua sucia, como pisar una baldosa floja cuando llueve, como una etiqueta en la ropa que pica todo el día. Como agujas en la sien, como ganado muriendo en el matadero, como la sombra de un general, como el escape de los colectivos que van a barrios pobres, como los caballos de los cartoneros, como la bolsas de basura rotas en busca de comida.
El amor puede ser como comer chocolate, si. También como dormir la siesta cuando llueve y escuchar las gotas en la chapa o tomar un vinito de mas en la sobremesa. El amor es como mirar ese autito por la ventana de la juguetería y ahorrar lo suficiente para tenerlo por fin. Es como abrir el regalo de reyes, como descubrir en octubre por la calle que sin pulóver se esta mejor, como viajar en coche por la ruta y tomar mate, como sacarte un premio en una rifa. El amor es por suerte todo eso...de las dos partes...de los dos lados...para los dos bandos.Que el amor es una reacción química?Que el espíritu es una fábula?
La vida también es esas dos cosas...y mira sin embargo en todas las que andamos...

lunes, 5 de noviembre de 2007

Fin de semana


Hank va a ir al infierno.
El se va a la cama con una monja del convento de San Patricio
A ella le encanta ir a la casa de Hank en su día libre.
Se dicen palabrotas a y caminan desnudos por la casa.
Toman cervezas y escuchan música.
Ella lee lo que el escribe y fuma marihuana
Que el le convida.
El le pregunta por que sigue en el convento
Ella no sabe que contestarle.
__”Supongo que busco algo de eso que llaman Dios”__ dice
Y lo mira a el, que no la juzga porque sabe l
lo que es estar solo y no tener a donde ir.
Ella se tira otra vez sobre el.
Lo besa, lo lame, lo aprieta con las piernas,
Lo revuelca por la alfombra de la sala
Y se chocan con sus papeles y sus botellas de cerveza.
El la abraza, la acerca a el,
La muerde, la recorre con su boca.
Tienen sexo en la alfombra y jadean levantando la voz.
Luego quedan exhaustos tirados en la alfombra,
Mirando el techo.
Ella se ríe después de un silencio y lo hace reír a el.
Y enseguida están hablando otra vez de cualquier cosa.
Luego miran televisión y cocinan.
Comen casi en silencio.
Se miran y sonríen de vez en cuando.
Después se sientan en el sillón a ver películas.
Hasta que ella se duerme sobre el y se va a dormir a la cama.
El se fuma un par de cigarrillos mas y se toma otra cerveza.
Luego se va a la cama y la besa
A ella le gusta que el la despierte
Haciéndole el amor
Y que después la abrace y se duerma con ella.
Al otro día se levantan y desayunan.
Escuchan la radio y comen tostadas.
No dicen mucho.
Un poco por un dejo de tristeza
Un poco por el sueño
Un poco por disfrutar de no decir nada
Cuando se puede estar en silencio con alguien sin ponerse incomodo
Después de eso ella hace lo mas raro de todo.
Va a la habitación y saca del placard
Un impoluto habito de monja
Una camisa beige, un chaleco marrón,
Una pollera hasta la mitad de la pantorrilla
Un par de zapatos tristes.
Se viste así como en un rito y se presenta en la cocina
Envuelta en su cofia rara
Que deja ver su rostro limpio y blanco.
Ninguno de los dos dice nada
El quiere saludarla pero esta reacia
Como si su ropa tuviera un peso importante ahora
Apenas si le roza los labios en un beso tibio.
Luego se va de la casa sin decir mas nada
El no se acerca a despedirla a la salida,
Solo oye el ruido de la puerta, suspira
Termina su desayuno sin moverse de su silla.
Mañana volverá a ser un empleado gris que lleva y trae papeles
En una oficina municipal.
Piensa en ella , su habito marrón y sus zapatos tristes.
Se pregunta cual de los dos se engaña mas
Piensa __”voy a ir al infierno”__ y sonríe
Después se le ocurre figurarse la próxima semana
Cuando suene otra vez el timbre de la puerta
Y vea el habito marrón por la mirilla
Saca cuentas y se siente solo en su casa con papeles
Y botellas de cerveza vacías.
Hay demasiado silencio ahora.
Hank piensa otra vez en el cielo y el infierno.
Le gustaría saber de cual de los dos lados esta mas cerca.
Y porque siente mas olor a azufre ahora, que esta solo
Y mas aflores antes, cuando una monja le besaba el cuello.
Después sube la música para llenar el silencio
Y se pone a ordenar la casa
Tal vez mas tarde escriba algo sobre esto.