martes, 30 de junio de 2009

TESTIGO IV




CAUSA: “BASILICA DEL ROSARIO, MAUSOLEO DE BELGRANO”
TESTIGO: FELIPE BARILLI
EDAD: 28 AÑOS
PROFESION: TECNICO EN REFRIGERACIÓN
ESTADO CIVIL: SOLTERO
HIJOS: NO
ESTUPEFACIENTES: MARIHUANA
ALCOHOL: SI
TABACO: SI
ANTECEDENTES: NO




Yo ni siquiera estaba espiando. Ni había prestado atención. Venia del kiosco, de comprar cigarrillos. Mis amigos fueron a buscar los autos y nos íbamos a encontrar en Alsina y Defensa. Fue muy rápido, muy rápido. Unos tipos, yo llegaba a la esquina y unos tipos se pararon todos contra la reja de la iglesia, justo al borde de la reja. Yo me quedé mirando desde lejos iba caminando cuando los vi y me paré ahí nomás, no quise seguir. Me pareció raro, no se, era raro todo. De repente el tipo del medio, el de delante de todos, uno grandote con un saco largo, como un piloto de lluvia, que se ve que era el jefe una cosa asi. El tipo ese, se apoyó en la reja y la abrió. De una. Usted vio el candado que tiene esa reja? Vio lo que son esas puertas? Es hierro forjado. La abrió como si estuviera suelta., como si fuera de tela. Sentí el ruido de la cadena rompiéndose y después el estruendo de las puertas chocando contra los costados y vi que entraron hasta el mausoleo de Belgrano. Vio que ahí está, adelante de todo, el mausoleo de Belgrano. Entraron y se pararon todos enfrente de el. Y el del medio levantó una caja, como de madera, llena de polvillo, que tenia en una mano. Miró la tumba y dijo:

__ “VOLVIMOS. Y ESTA VEZ NO VAS A ESTAR PARA DETENER NADA”


Y entonces empezó a subir como del piso…una…no se como explicarle…una vibración. Una vibración enorme, salía de la calle, venia de la iglesia se lo juro, yo sabia que venia de los tipos, una vibración que estremecía el cuerpo, un ruido ensordecedor pero por adentro, como si estuviera parado sobre la membrana de un parlante. Asi. Pero como si el parlante fuera grande como toda la manzana. Era imposible de aguantar, se lo juro, sentía que el corazón se me iba a salir, todo adentro se movía, casi no podía tenerme en pie. Era un grito, era como un grito que no salía para afuera pero no se podía soportar mas. Y empecé a sentir una presión fuertisima en los oídos, como si me fueran a explotar. Tenia el grito abriéndome adentro y abría la boca y no salía nada, me ahogaba, sentía que iba a explotar ahí, paralizado como estaba. Y la imagen inmediata que tengo es que estoy corriendo. Pero no es que tengo una parte borrada. No, no… es inmediato. Ahora estoy parado en la avenida, y al segundo estoy corriendo desaforado por la calle de la esquina sin poder parar de correr, enloquecido, por favor, por dios, enloquecido le juro, queriendo salir de ese lugar, no sabia que pasaba no entendía nada por favor, le juro que es lo que me pasó es algo que es muy difícil de creer y de explicar, yo lo entiendo pero de verdad que es asi, por favor créame.
Y me seguían pasando cosas, una tras otra. Mientras corría empecé a sentir que el aire no me alcanzaba, quería respirar más y más, como si lo necesitara para algo más que para respirar. Necesitaba meter mas aire adentro mío, más del que podía respirar. Llegué a la esquina de la placita, donde me iba a encontrar con mis amigos. Lo vi a Martín parado al borde de la vereda, me acerqué corriendo y le dije “No sabes lo que pasó sobre avenida Belgrano, en la iglesia, no sabes lo que pasó”.
Y cuando lo miro bien le veo la cara. Estaba desfigurado, espantado, me daba cuenta, le había pasado algo, el había visto algo de todo eso, me di cuenta. Le pedí que venga conmigo y me dijo algo como:

__ Para, acá pasó algo…el señor…
__ ¿Que señor?
__ El señor, el… estaba acá…
__ ¿Quién?
__ El tipo! El tipo que estaba al lado mío…

Y ahí supe totalmente que le había pasado algo. Algo como a mí. Le juro que jamás tuve tanto miedo como cuando miraba buscando esa persona que el decía. Le juro que quería que estuviera, que apareciera un señor de alguna parte, que fuera cierto, real. Quería, necesitaba ver al tipo.

Y no lo encontré.

Se me cortaba la voz como ahora, le juro, pero le tuve que decir:

“No hay nadie, Martín. No hay nadie más acá.”




Foto: Capitan de su calle

domingo, 21 de junio de 2009

Mi viejo


Que podría decir de mi padre alguien que lo conociera…?
Bueno…un tipo raro, callado a veces o verborragico al extremo. De intereses difusos y ningún hobby, morisquetero, matero de ley, amante de la radio, entusiasmado con las discusiones, siempre calmo cuando todos enloquecen. Un tipo común.
Pero cuidado, un tipo de los enteros, de los de la mejor madera.

¿Que puedo decir yo de mi padre? A ver…

Yo era chico. Jugaba con mi papá. Hacíamos morisquetas y yo inventaba pavadas una detrás de otra. Mi papá jugaba a que se enojaba con eso y yo insistía hasta que me decía la frase:

“Noto con tristeza, que continua en la pavada”

Y yo me meaba de risa porque me sonaba a una frase de “grandes”. Como una forma elegante de decirle a alguien que era un pelotudo.

Por supuesto, cuando yo era chico amaba ver al negro Olmedo y durante años, no relacioné que esa era la frase que Portales le decía a Olmedo en “Álvarez y Borges”.
Resulta que después terminé haciendo humor.
Que vaya eso como muestra de que no todos los mandatos son malos.

Mi papá se pasó toda la vida soldando fierros y así, soldando uno con el otro, mandó tres hijos a estudiar. Mi papá me explicó qué era una guerra mundial, quien era el Che, Aníbal Barca, Alejandro magno, que pasó en las Termópilas, qué es un dictador, qué significa inflación, quien inventó la radio, quien es Humphrey Bogart o Edmundo Rivero, quienes son los beatles y que es el rock, como vuelan los aviones, por que el cielo es celeste, como funciona un piano. Para mí, cuando yo era chico, mi papá sabía todo. Después entendí que no sabia todo, tenia miedos, luchaba. Para eso tuve que aprender que es no saber, que es tener miedo, que es luchar.
Mi papá me explicó que no se le puede cortar la esperanza a nadie. Que se lucha por lo que uno sueña de uno mismo, que hay que tener paciencia con las cosas, que el que se enoja pierde, que siempre puedo contar con él.

Hay gente que pasa por tu vida y te marca. Gente que quiere decirte algo más allá de lo que dice.
Hay alguna cosa que te esta queriendo mostrar el universo cuando esa gente está. A veces es más sutil aun. Pasan y dicen con los actos. Y no caben dudas de nada. Por raro que suene quiero creer en eso, aunque eso de creer no me salga bien en estos días.
Vos, viejo, crees. Crees más que yo. Tenés mas fe que yo, te lo juro, lo veo. Vos que por años deberías estar más cansado tenés mas fuerza todavía. Vos que a veces no entendes la fe de palabreríos, y te zambullís entre los ateos tomando carrera. Vos armaste tu familia y tu vida y luchás por causas. Eso es creer. Yo no creo en casi nada, viejo. No se por que pero perdí la fe. Como en los tangos. No me asusta tanto, me parece que es natural que esté pasando. Un año tras otro te voy entendiendo más el sesgo de sombra. Tiene que ver con la vida nomás, eso aprendí. Podría enumerar una lista larga de tus errores, pero ya son cuenta saldada. A veces hay que volverse hombre y tomar algunas desiciones, para entender por que otro hombre tomó las que tomó. Hay peleas que uno se toma en serio o las pierde. Y a vos, fuera como fuera, siempre que sonó la campana, te encontró de pié.
Ahora recién me está volviendo de a poco la capacidad de asombro con algunas cosas. Despacio, todo tiene su tiempo. Yo en mis primeras resurrecciones y vos curtido ya de tantas vueltas. No está muerto quien pelea, eso también me lo enseñaste vos.
A veces me iría hasta allá nomás para decirte que te entiendo viejo, que te quiero mucho, que todo va a andar bien y que se que siempre diste todo lo que tenias. Y eso es lo máximo que se puede pedir de una persona.
Las cosas salen bien o mal y hay momentos extraordinarios y otros que no se elijen pero hay que vivirlos. Vos estuviste en todos. Más me apoyaste cuando menos me entendías. Incluso cuando yo no te entendía a vos. Y hay que ser muy hombre para bancar a un pibe que no se quiere dejar ayudar. Bueno, asi es la juventud viste, que te puedo decir…
A veces solamente quiero sentarme a tomar unos mates con vos en la cocina y mirar televisión y hablar de pavadas. Con eso basta. Darte un abrazo, ir al negocio, tomar una cerveza en el patio, cortar el pasto. Esas cosas nomás, con eso sobra. Puede que no sea de lo más profundo pero sabé que me hacen tan bien como a vos.

Ayer fue el día del padre y yo quería decirte algo. No se si es todo lo que tengo para decir pero por lo menos espero que sea un buen botón de muestra.
Ya se que a esta altura de las cosas no va a cambiar nada, pero no viene de mas poner en palabras algunas verdades. Y si hay verdades comprobables en mi vida, una de esas sos vos.

Te quiero mucho papá.

Estoy orgulloso de ser tu hijo




Foto: Mi viejo tocando el acordeón

miércoles, 10 de junio de 2009

Sobre el asuntito de los blogs


El otro día escuché por enésima vez un comentario sobre José Pablo Feimann y su desprecio a los blogs. También pude leer en esos días algunos comentarios de autores de Blogs mostrando su indignación hacia las palabras despectivas del Intelectual para con los blogs y sus autores.
Ok, me pasan varias cosas con eso. Primero, Feimann dice que cualquier pelotudo tiene un blog. Yo no veo cual es el problema con eso. De hecho es cierto, cualquier pelotudo tiene un blog. Es gratis. Cualquier pelotudo tiene un mail también. Tiene que abrirlo y listo.
Cualquier pelotudo puede llenar de pelotudeces su blog tanto como se le cante y nunca van a ser mas cosas que pelotudeces.
Lo que permite el blog que antes no se podía hacer es que cualquiera publique cualquier cosa. Antes que alguien lea lo que escribías era mucho más complicado y editar un libro no era cosa para todos. Ahora podes escribir y publicar. Sin siquiera guardarlo en tu computadora. Copiar, pegar. Listo. Eso convengamos, hace mucho mas fácil la pasarela de pelotudeces. Incluso los que nos ocupamos un poco en publicar algo mas pulidito, hemos publicado cosas que no pondríamos en un libro jamás.
Igual el tema se vuelve raro cuando uno se da cuenta que se esta debatiendo sobre un soporte. Un blog en si mismo no es nada bueno ni malo. Es un soporte que contiene información que uno le sube. Es como decir que los que escriben en computadoras son imbeciles y los que escriben en maquinas de escribir son geniales o los que escriben en cuadernos no se lavan las patas y los que escriben en cursiva tienen pie de atleta.
¿A quien le importa? ¿Se puede determinar eso por el soporte que utiliza quien escribe?
Por eso me parece ridículo el concepto de “Blogger”. ¿Que carajo es un blogger? ¿Hay cuaderners? Se juntan en el abasto y se pelean con los “Worders”? Como se llaman los de la tribu de maquinas de escribir? ¿Remingtones? ¿Olivettios?
En cualquiera de esos soportes uno puede escribir lo que quiera. La diferencia parece que viene con la publicación parece. Todo lo demás no es necesariamente publico y un blog si.
Me parece que lo que le pasa a Feimann es un poco de vergüenza ajena. A entrado a algunos blogs, le habrán parecido asquerosos y se habrá dicho “Como alguien puede ser tan pelotudo de publicar algo asi” y listo, eso. No creo que le importe el tema.

Y por otra parte, me viene la idea (esto me gusta creerlo, no digo que sea verdad) que Feimann tiró la piedra a ver quien saltaba. Y talvez esté esperando un referente importante que tome el guante para que se arme un buen debate sobre el asunto. Cosa que estaría más que bueno ver y escuchar y que arrancaría en los blogs como una excusa y talvez derive en el tema de fondo, que son las diferencias y coincidencias que hay desde lo intelectual, lo literario y sobre todo desde lo generacional. Estaría bueno ver que se dicen tipos como Feimann y Casciari, por dar un ejemplo. Me gustaría saber que opinan del asunto Abelardo Castillo o Carolina Aguirre de Bestiaria. No por ver quien gana. Por ver que sale a la luz de esas cosas. Seguramente los intelectuales del mañana tendrán todos un blog en sus haberes.
Estaría bueno propiciarlo y que salga en la tele. Que los invite Majul, que el noticiero de Santo diga algo, que salgan en las radios unos y otros, que la señora a la tarde se pregunte algo de un libro. Y a partir de ahí hablar sobre el país en que crecieron y en el que crecimos y sobre que pasó con las ideas, donde estaban puestas y donde están ahora.
¿No estaría muy bien que eso pase? ¿Que se encuentren en dialogo formas de pensar distintas por épocas y realidades distintas?
Al sistema si se lo choca se pierde. Eso no lo descubro yo, pasa hace mucho y varios buenos intentos cayeron.
Si chocas, caes. Y es muy duro para irle al choque.
Pero ojo, tiene grietas.

Bueno ok, ya se. Eso no debe estar pasando. Deliré. No tengo que fumar porquerías. Feimann habrá dicho eso y lo debe haber olvidado al instante. Y Casciari no debe estar enterado del asunto.
Pero si alguno llega a conocerlos, bueno…pásenles el dato. Que se aviven viejo. El mercado de reality viene en baja y es el momento justo. Que se eleven las charlas, que en la tele, lo que se vea sea en el mismo código si se quiere, pero que esté bueno. Porque a veces lo que se ve está bueno.
El problema es lo que se escucha.