miércoles, 9 de enero de 2008

Como pasa de rapido todo...



Dos de la mañana. Las emociones no me dejan dormir. Las emociones de todo tipo me invaden. Me llenan la cabeza y el pecho de estímulos que me sacan de lugar, me corren, me desacomodan, me desarman.
Descubrirse otra vez, saber quien es uno. Quien fue. Cuantas cosas hay adentro que estarán siempre en el recuerdo; que dormían en un olvido aparente y que no hizo falta mas que un par de palabras en una charla para sacarlas de la ceniza y traerlas frescas como el primer día.
Y encontrarse de pronto diciéndose a si mismo:

Yo tuve un guardapolvo manchado de tierra
Y el jean roto con marca de pasto
Un potrero en la esquina de casa
Y mil árboles que proponían desafíos de alpinismo
La hora de la siesta para escaparme
Una abuela hermosa que me hacia mate de leche
Un amor con cartitas de colores
Y mielcitas, y topolín y naranjú.
Y una pileta pelopincho
Donde entraba tirándome de bomba
Yo tuve un barrio lleno de pibes,
Una pelota chiquita y pinchada
Un quincho de cañas con chapas en la entrada
Una perra que se llamó tobi
Un incendio de pasto seco
Un par de puntos en alguna herida
Un vecino que no devolvía la pelota
Cuando se caía en su casa.
Yo aprendí a manejar en un tractor
Tumbé corderos del cuello y los até con maneas
Monté a caballo y aparté ganado
Corté chala a filo de machete
Tuve una yegua que se llamaba Cachamay
Una maestra de cuarto grado
Que guarda mis tarjetas del día del maestro
Una cocina a leña en la casa de mis tíos
Una planta con pelones que robar
Un gallinero y una bomba de agua.
Y un galpón donde se hacían los chorizos
Yo tuve una novia morocha
Con la que recorríamos baldíos por las noches
Que tenía un tatuaje de un angelito en el hombro
Y todavía me escribe contándome de sus hijos
Tuve un vestuario de bailarín en mi casa,
Que mi madre planchaba para que yo esté lindo
Y yo me llevaba a transpirar por las provincias
En noches de contrapuntos y botas rotas
Yo desperté en un colectivo tapado con un poncho
Sin saber donde estaba ni adonde iba
Y me arrimé a la ronda de mate cerca del chofer
Hacia boleadoras y bailaba chacareras
Y la gente nos aplaudía de pie en cada pueblo
Y nos regalaban choripanes y pastelitos
Yo hice películas cortitas
Soñando con hacer grandes películas
Donde mis amigos eran los actores
Y yo escribía guiones de buenos contra malos
Mientras mi padre me hacia pistolas de caño
Y mi abuelo disfrazaba su auto de patrullero
Yo competía en torneos y ganaba medallas y diplomas
Y creía que eso era de lo más importante
Tenía un equipo de softbol con mis amigos
Y nadie nos quería dirigir
Ni nos daba camisetas.
Yo tuve una adolescencia de no dormir,
De descubrir la vida con alegría
Y un poco de dolor
De aprender que es la amistad
En rostros que veo aun hoy en cada asado
Yo tuve mi lugar de colegio industrial,
De mañanas de hierros congelados
De camisas de grafa y grasa negra
De madera, hojalata, azul de Prusia
Motores, reglas de dibujo
Guardapolvos con corbata debajo
Y escapadas del colegio en la mañana
Con las chicas del comercial
Yo me fui a la gran ciudad un día
Teniendo que elegir que
Quería para el resto de mi vida.
Conocí el alcohol y algunas drogas
El rock n`roll, la noche
Las luces de la capital
Tuve un par de trabajos ambulantes
Que molestaban a los policías
Y a los dueños de comercios respetables
Conocí el teatro y sus quehaceres desde adentro
Un auto, un director y actores
Una compañía itinerante
Yo viajé solo en la ruta
Con el pulgar levantado
Y llegué a casa de sorpresa,
Sin plata pero contento.
Yo tuve algunas amantes
El dolor de la soledad
El desamor y la muerte
La tristeza más grande
De perder a quien se quiere
La alegría de amar con cada parte de mí
La hermosura de una mujer que entibia la vida
La desazón de entender que uno no es nada
De perder el ego y la miseria
De armarse otra vez, menos armado
Y de vivir con más calma
Hice obras, actué en ellas, dirigí alguna vez
Escribí una que otra cosa,
Tengo algunos alumnos que me hacen feliz
Me abrí un blog para escribir solo por gusto.
Yo llegué hasta un lugar que no es la gran cosa,
Pero estoy bastante bien conmigo
Y no se como ha pasado todo eso.
Un día, te vas de vacaciones
A tu pueblo.
Te encontrás con tus tíos del campo,
Que te recuerdan el tractor y el gallinero
Con tu novia de los 17,
Y su tatuaje en el hombro
Con tu maestra de 4º grado,
Y sus tarjetas del día del maestro
Y ves otra vez, de verdad
A tu padre, a tu madre,
A tu abuelo, a tus hermanos
A cada uno de tus amigos
Con sus caminos y sus cosas de la vida
Y mensajes de hermanos que están en otras partes
Y hermanas que saludan en nombre de sus crios
Y amores que se van lejos
Y amores que se quedan
Y recibís llamados de gente hermosa que muere
Y recibís llamados de gente hermosa que nace
Y volves a tu casa un domingo por la noche
Otra vez en la gran ciudad
A un millón de kilómetros de lo que fuiste
Y lloras. No podes parar de llorar
No podes parar
No podes parar
No podes parar
No podes contener la emoción
Por las cosas que pasan
Por el espejo que te muestra lo que fuiste
Por la bendición de significar algo para alguien
Por estar acá después de todo
Por el tiempo que pasa
Por la alegría de seguir haciendo
Por el cariño
Por el dolor compartido
Por la necesidad del otro


Por lo avasallante que puede ser a veces existir.

3 comentarios:

Lina Jacovkis dijo...

hola pablito

no está tan mal el lugar adónde llegaste.
no está mal llorar tampoco.
te fuiste y te quedaste, como casi todo el mundo.
y por suerte todos cambian. y uno cambia un poquito también.

Lady Camila Carrara dijo...

y a todos esos lugares, te llevò la pasiòn...
que te arrastra, te encadena,te hace libre, y te hace crecer...
sobre todo, te hace crecer...
llorar no està mal.. las nenas grandes lloran, porque no, los nenes grandes tambièn...

nay dijo...

Yo tenía y tengo una amigo, que cada vez que lo leo me hace llorar, me hace reír. Llorar no está mal, todavía nos queda mucho por aprender, y tomalo con todo el sentido de la palabre prender, tomar, agarrar, hacer nuestro.
Te quiero Pablito

Naymé