domingo, 25 de mayo de 2008

Esas palabritas...


Las cosas se logran con sacrificio nos dijeron una vez.
Y uno lo cree. Porque lo dice gente que sabe y bueno…uno lo cree. Lo cree además porque no entiende mucho de otras verdades. No es esto una apología de la vida fácil ni una pataleta contra los mandatos pero si me gustaría revisar un poco alguna de esas frases que nos vienen desde siempre.
Las cosas se logran con sacrificio.
Sacrificio? Que clase de sacrificio? Yo no me voy a matar para vivir. No. Me voy a esforzar en lograr algunos objetivos. Eso, esforzarme. Y esforzarme mucho, todo lo que sea necesario. Las cosas se logran con esfuerzo. Y perseverancia. Y voluntad. No se sacrifica la vida en eso. Se la vive.
Usted que lee esto podrá decir que es lo mismo.
No. No es lo mismo. Las palabras se meten adentro y se hacen carne y conducta. Uno lee sacrificio, lo ve, lo aprende de los padres, los amigos, los curas, las maestras y un día se ve frente al mundo entendiendo como lo más normal sacrificar cosas en pos de otras.
¿Por qué? Resulta que si no se lo sufre no vale? Resulta que el esfuerzo no alcanza? Que todo lo que hacemos no nos lleva a ningún lado si no tenemos una vida dura y terrible?
No es la vida y sus bemoles lo suficientemente dura como para agregarle sacrificios en pos de… no se…un ascenso? Un televisor? Un papel en una telenovela?
Pero eso no es lo peor. Lo peor es que uno termina creyendo que no merece. Porque nunca se sufre suficiente. Siempre se puede sufrir un poco más. Uno no solo cree no merece sino que además, si por una de esas coincidencias, la vida tira una buena carta y las cosas salen bien…esa bonanza se vive con culpa. No se puede decir que uno la está pasando bien. Que vive tranquilo. ¿Cómo ser más o menos feliz con tanta gente sufriendo, no? Como decir “Me va bien” sin sospechar la envidia de algún sacrificado, no?
Cuanta mierda… no?
Además hay que demostrar todo ese sacrificio. A los demás y a si mismo, claro.
Para eso hay que llevarse a uno al extremo de la actividad. De que actividad? De cualquiera. Hay que estar “A full”.
Nadie sabe que es eso pero básicamente consiste en hacer una enorme cantidad de cosas de cualquier índole y permanecer radiante y activo todo el tiempo.
Una imagen de la gente que nos remite más a las publicidades de productos con cafeína que a la realidad.
Pero…se cuela. El boludito de la promo se cuela. Es asi el lenguaje, tiene esas cosas.
Entonces uno ve mucho boludito de promo por la calle. Gente que vive “a full”.
“A full” para afuera, “con sacrificio” para el discurso y según el mandato.
Para la mierda por adentro.
Porque si esos son los parámetros, en cuanto tienen un ratito para pensar se dan cuenta que no saben adonde van. Ni por que hacen lo que hacen. Esos no son objetivos. Esas formas te matan. Esos parámetros te asfixian. Porque no son objetivos de ninguna clase. El objetivo es una actitud externa. Eso te come crudo, tarde o temprano.
Y lo se. No me lo contaron.
Yo también quise hacer mil estupideces que llenen tiempo. También pensé en el sacrificio de las cosas, también me ahogue en la mierda sin objetivos que es vivir así.
Quiero decir, no vivo en otro planeta. No me pongo en censor de la sociedad. Vivo acá y me crié en una casa como la de cualquiera. Y en este tiempo. Estas cosas también me llegan.
Hoy pienso un poco distinto. Sin tener la verdad en mis manos, claro. Y sin tratar de hacer proselitismo de una mejor vida ni escribir manuales de autoayuda; pero por ahí vale la pena pensar cuanto de esto nos pasa y cuanto de esto nos queda, antes de salir a la calle otra vez a correr eventos, putear taxistas y pagar cuotas.

3 comentarios:

María dijo...

El lenguaje crea el mundo.
Es tan importante como nombras las cosas, que cuando lo haces ellas se transforman.
Está bueno pensar en que lo que construís es...casi todo.

Anónimo dijo...

me la paso estudiando eso... es el maldito superyó, el inconsciente colectivo, el mito de "LA verdad" (como si existiera...) y te caga tanto la vida.
El sacrificio NO, el mandato del sacrificio es lo que te caga la vida!
Al final uno vive bajo el designio de los demás, cumple con el deseo de otras personas (por lo gral padres!)y no el propio, porque sigue un camino que le marcan... Después, cada uno sigue su vida, y le chupa un huevo, al fin y al cabo, lo que hagas vos! asíque, qué tanto tratar de agradar y adaptarse... el que se banca su propia vida es uno, nadie más.

Capitan de su calle dijo...

Maria: Buena vision, su uno dice todo lo demas ambien se dice a si mismo. Uno puede construirse y cinstruir.
Cambiar palabras insoportables por otras y vivir distinto, quien te dice que mejor.

Converc: Sip, el maldito mandato, el agazapado mandato que todo lo puede.
Pero bueno, saberlo ace que uno lo pueda ver desde otro punto de vista no?
Por ahi se puede mover el mundo propio de ese lugar encorcetado.
Al final de cuetas, como bien decis, el que se banca su propia vida es uno.
Por que en lugar de Bancarla no la llevamos con calma? Je...si fuera tan facil no?
Viste como es el lenguaje...


Gracias a por pasear por aqui