viernes, 26 de diciembre de 2008

Cosas que recordar para arrancar el año


Hay que gritar en las calles
Hay que bailar en las veredas rotas
Hay que sentarse al sol hasta que queme
Hay que cantar en la ducha
Y en la cocina
Hay que trabajar sobre los sueños
Arriba de ellos
Hay que doblar las esquinas de la tristeza
Y tomar por avenidas anchas
Que dejen lejos los otoños de sabor amargo
Hay que buscar el misterio y la sorpresa
Hay que ser curioso
Afectivo
Cómico
Rabioso
Casi letal
Hay que volverse rojo
Como el rojo de adentro de uno
Hay que usar sombreros
Tomar menos recaudos
Sacar la ropa nueva
Comer con alegría
Perder el miedo

Hay que torcer el devenir
Pelearse con el cosmos
Morder el polvo
Saber la sal del mar
Y de la carne
Sentir cerca el aliento
Oír el grito
Asustarse
Llorar por los rincones
Cagarse a trompadas
Hay que enfilar mar adentro
Soportar las tormentas
Andar de sotavento
Pisar la playa
Hay que ser de otras razas
Mirar de cerca
Criar hijos
Amar sin saber por que
Odiar con menos ganas
Pasear mucho
Viajar mucho
Escuchar música
Mirar películas
Leer libros
Muchas películas,
Mucha música
Muchos libros
Hay que acariciar con intención
Doblar las apuestas
Buscar olores
Hay que vivir madrugadas y lluvias
Hay que perderse en la niebla

Hay que hacer eso
Hay que hacer mil cosas más
Un millón de cosas más
Y hay que hacerlo ahora
Ya mismo
Ahora hay que empezar

Y hay que hacerlo por una sola razón:

Que se le quede grabado.

Hay que hacerlo porque uno se va, sabe?
Cuando uno quiere acordar
Se apaga.
Y ya no esta mas acá
Para hacer ninguna cosa.







Y puede sonar tremendista
Que venga yo a decirle esto a esta hora
Mientras usted levanta copas de sidra
Y come turrón
Que venga a recordarle su finitud
Con tanta displicencia
Pero, la verdad…
Mal no le va a venir saber otra vez
Que un día no estará mas leyendo esto
Ni ninguna otra cosa.
De modo que es bueno que se pregunte
Que es lo que quiere hacer.
No me diga lo primero que se le ocurra eh?
No.
Piense, usted sabe a que me refiero.
Ah..! Vio?
Usted y yo lo sabemos
Eso mismo que le ocupa el pensamiento
desde hace tanto

Bueno, eso mismo,
Vaya
Y hágalo
Ahora

Y no mañana

Ahora
Y haga también un poco de todo eso que hay en la lista
Porque seguramente le va a venir bien

Y además deme el gusto. Porque:

Que haga lo que tiene que hacer
Que haga lo que quiere hacer
Que las dos cosas sean lo mismo
Que sea feliz con eso

Ese es mi deseo para usted, en estas fiestas.
Y en el año que viene.
De modo que le deseo hoy lo que vale por el resto del año.
Cuidado con las mezclas, pásela bien.
Si se porta mal, avise


Felicidades
Foto: Mark Velasquez

jueves, 18 de diciembre de 2008

100


Hay dos chicas que miran a la cámara.
Y un par de amigos que quieren explicar algo de la mujer
Hay un salto en la hoja del medio
Un par de palabras al negro Fontanarrosa
Una teoría sobre como las sirenas se volvieron mujeres
Un trampolín del que saltar
Dos tetas y un jugo de naranja
Un volante de una obra en calle corrientes
Un poema de Prevert
Un homenaje a la risa
Un pensamiento de Hank sobre el infierno
Una refutación de tecnicismos
Un pedido de belleza
Un par de cicatrices
Una correntada
Una foto de los pies de unos amigos debajo de una mesa
Hay un recuerdo de la abuela Maty
Una explicación del escenario
Hay besos en el abril de París
Callejones de Cartier Bresson
Margaritas en tu ventana

Hay una estampa de cuchillero
Un comandante de guerra diciendo sus verdades
El frío de diez mil frazadas
Los pedires humildes
La lluvia que vendrá

Hay trenes que se van sin dejar saludos
Pensamientos de madrugada
Una historia de un hombre pequeño
Un hartazgo de las prohibiciones
Un homenaje a Manucho
Una apuesta

Hay un viejo peleando con un pibe
Algo sobre el azar
Un cuento para Maria
Un montón de cosas en la mesa

Hay un agradecimiento a los lectores
Un fulbito en la esquina
Un dolor de guerra
Un manifiesto

Un pedido de citas
Un montón de números
Un grito primal
Una cuerda que se corta

Hay jefes que se fueron y que espían
Hay una mano acariciada, recorrida por otra mano
Hay algunos premios de colegas.
Hay una tormenta que no nos mira


Hay varias visitas del Lobo

Un alma que no descansa
Cambios salvados
Clasificados
Una foto de Alí

Hay un montón de amigos entrañables
Una película oscura
Y una anécdota con un colectivo y una vieja
Un dialogo con Álvarez
Un soldado del paraguay
Un poema en el medio
Hablando de otros tiempos
Un montón de cosas que nadie reclama
Un cuatro díscolo en mi reloj
Un termo rojo
Hay un amor que no fue, en una tarde de lluvia
Una miseria llena de alcohol
Un anhelo para un hijo
Una carta para Dios
Y una que Dios mando como respuesta
Hay cientos de malayos que rezan
Y otros cientos que podrían habitar en mi sangre

Hay un retrato de un hombre con años.
Y una foto de mi abuelo, tocando la harmónica.

Hay todo eso en este lugar.
Y algunas cosas más también
Hay un repaso que fanfarronea por ser el numero 100.

Hay 100 post en este blog.
Y esta bien celebrarlo.
Yo antes escribía en cuadernos.
Ahora en blogs.
Y si esto sigue pasando
Es porque usted está leyendo.
De modo que felicitaciones a usted también

Bienvenidos todos.
Hay torta en la mesa y sanguchitos.


Gracias, muchas gracias
por estar siempre



Imagen: Carlos Vogt

viernes, 12 de diciembre de 2008

Retrato de hombre con años

El hombre nunca deja de desear. Menos mal. El hombre amanece en tokio y anochece en nueva York. El hombre es ahora feliz y bellamente solo. El hombre tiene el mundo. Ahora besa, ahora sueña, ahora ruge y llora. El hombre como único testimonio de su propio conocimiento. Como única especie que puede dar fe de si mismo, de su paso por el universo. Como única especie a la que no le basta con existir, debe decirlo. El hombre come verdades en sus pasos, acomete contra la desgracia, hace magia que surte efecto.
Saca conclusiones escurridas entre los dedos. Se pone metas de nombre propio. Deja el lastre abandonado. Viaja con lo puesto.
La mañana lo sorprende entre bosquejos. Delinea sueños el hombre, sabe a victorias porque supo derrotas. Ya no hace por triunfar, hace por hacer. Ya no juega por ganar, juega por jugar. Espera con levedad. Sabe que esperar no es nada más que eso. Ni angustia, ni presión, ni miedo, ni alegría, ni ansias. Esperar es esperar y nada más. Sabe que todo se templa en el fuego, en ninguna otra cosa.
Sabe que no hay donde ir, pero camina, sabe donde no llorar pero emociona, sabe reír mas, sabe lo que hay que decir y elije decirlo o no. Sabe que no hay metas, que no hay trampas, que no hay búsqueda posible. Y ya no es mas un peso cargar eso encima.
Sabe que se hace de día
Sabe que subir solo es ir más alto, se esté a la altura que se esté.
Sabe que esto recién empieza y se alegra por eso.
Que uno nunca sabe
Que es mejor no esperar nada
Porque, es cierto, el hombre nunca deja de desear
Pero sabe que no es más que un hombre, con todo lo bueno y lo malo que eso pueda tener. Con lo nimio que puede significar a veces
Y sabe el hombre, que se debe a si mismo, nada mas y nada menos, que el solo hecho de poder existir en paz

Y con alegría.

Foto: Cesar Jaén por "capitan de su calle"



jueves, 4 de diciembre de 2008

Teoría quántica en el café de la esquina

“Todos somos distintos” nos han dicho. Nosotros vemos que en efecto asi parece ser y lo hemos aceptado. “Cada uno de nosotros es único e irrepetible”, nos han dicho Y la divulgación científica lo corrobora. Idénticos no hay dos, a lo sumo parecidos.
El caso es que, a falta de iguales, yo me junto con los parecidos a mí. De ahí que vea como iguales a los parecidos de mi entorno y como distintos solo a los de más allá, a los que no pertenecen a mi ámbito. Por lo tanto, se supone que este tipo es más parecido a mí que aquel de allá, porque éste esta mas cerca. En costumbres, en modismos, en vocabulario, en jerga, en gustos, en raza, en credo, en ideas políticas. Está mas cerca.
Aquel otro tipo, como está mas lejos me resulta mas extraño. No conozco sus costumbres ni como vive. Me genera desconfianza. Es mas, no lo juzgo igual, porque desconfío y no juzgo igual a las personas de las que desconfío. Juzgo igual a los iguales, a los otros los juzgo distinto.
Puede sonar estupido, pero yo lo hago. Tu. El, nosotros, vosotros y ellos.
Hay gente que ha estado siglos en guerra por estupideces como esta.
La diferencia. Esa costumbre que tenemos todos. Hacer la diferencia.
Un poco por necesidad, hay que admitirlo. El concepto de individualidad no es nada menospreciable, claro está. Pero la diferencia de todo… ¿Hace falta la diferencia de todo? ¿Todo el tiempo?
¿Siempre la diferencia es tanto mas enorme que la coincidencia?
Tengo un padre y una madre, como todos.
4 abuelos, 8 bisabuelos, 16 tatarabuelos, como todos.
Los padres de todos mis tatarabuelos fueron en total 32.

Sus abuelos, 64
256 fueron los abuelos de esos abuelos
Esos 256 tuvieron 512 padres y 1024 abuelos mas
1024 que tuvieron 4096 abuelos
Que tuvieron 16.384 abuelos mas.
Que para que existieran tuvo que haber 32.768 padres y otros 65.536 abuelos
Que vienen de 131.072 mas. Que salieron de otros 262.144. Que vinieron de 524.288
Que aparecieron de 1.048.576 otros distintos

Hasta acá, mas o menos, 20 generaciones.

En 30 generaciones el numero asciende a 1073.741.824
En 40 generaciones el numero es de :

1.099.511.627.776

Es decir, un número que ya no se puede leer.

Por lo tanto, bien podría decir yo, persona común y corriente, que entre mis ancestros hubo negros, blancos, amarillos, asesinos, comunistas, homosexuales, fascistas, necios, adúlteros, desencajados, absorbentes, licenciosos, lujuriosos, drogadictos, perdidos, amantes, samaritanos, pobres, solidarios, enfermos, ricos, mahometanos, católicos, judíos, mormones, budistas, evangélicos, bautistas, buenas personas, héroes, villanos, soldados, oficiales, rebeldes, literatos, motorizados, peatones y vaya uno a saber cuantas cosas mas.

Entre toda esa gente, lo que no abundó fueron los célibes. Eso está claro.

Por lo demás, viene siendo hora de terminar con el asuntito ese de las diferencias no?

Porque lo que la física quántica te explica en dos tomos, el sentido común en el café de la esquina te lo resuelve en 10 minutos.

A lo mejor era verdad nomás…


A lo mejor todos somos todos.


Foto: Jakarta, Indonesia